miércoles, 27 de junio de 2012

Frígida




Por Raúl Omar García.


El lugar era gélido, pero a él no le importó. La mujer desnuda sobre el lecho le proporcionaba el calor corporal suficiente para mantenerse a la temperatura justa. Se acercó hasta ella y le acarició el cabello, el rostro y el cuello y, de forma juguetona, llegó a los pechos. Apretó uno de ellos y comenzó a sobarlo; entonces, su pene se puso duro. Se inclinó y se dedicó a lamer y morder el pezón erecto de la joven.
Deslizó una mano hacia la parte íntima de la muchacha y hundió los dedos en aquella hendidura exquisita; aunque seca.
Se mordió el labio inferior y empezó a desvestirse. Una vez que estuvo sin ropas, se colocó encima de ella, una rodilla a cada lado de sus caderas, y besó otra vez sus duros y firmes pechos, su cuello y debajo de la oreja. Desde allí exploró con la lengua cada centímetro de la pálida piel, hasta llegar al pubis. Una suerte de electricidad atacó al joven en los testículos, y se estremeció.
—No dices nada, ¿eh? —balbuceó, mientras intentaba separar las piernas de ella con las suyas para poder penetrarla—. No te hagas la frígida conmigo. —Pronunció estas últimas palabras con esfuerzo, dado que le costaba consumar la acción a causa de la estrechez que ella ofrecía. Cuando por fin logró «invadirla», e inició el meneo con énfasis, arriba y abajo, apretando las nalgas de su poseída, el intercomunicador sonó.
El joven se bajó de un salto y oprimió el botón para hablar.
—¿Qué?
—No le vayas a acabar adentro —le dijeron del otro lado—, que mañana le hacen la autopsia.
—¿Para eso me interrumpes? —Se volvió hacia el cadáver que había dejado en la camilla y suspiró con fastidio. Ya se sentía tan frío como ella.
    

23 comentarios:

  1. Muy bueno...es inspirada en hechos reales...conozco un caso acá muy cerca de mi ciudad en chacabuco. La novia lo descubrió teniendo sexo con el cadáver de una mujer y se armo un lío tremendo. El le respondió...tener sexo con la muerta es lo mismo que hacerlo con vos...je no, esto último lo agregue yo. Acá les dejo algo de información, es un perfil que le hicieron al tipo en fb. pero si googlean, hay mas.
    Los espero en www.puertoarial.com Gracias

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    1. Gracias por leer y comentar, Maxymo.
      Aunque sí pasan este tipo de cosas, este micro no está inspirado en ningún hecho real que haya oído.
      Y el chiste fue efectivo, ja.
      Saludos.

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  2. Truculento, macabro, tenebroso...
    Una muestra fantástica del poder literario de Raúl.
    Te felicito, amigazo, por tu excelente microcuento. Tu presencia engalana "La Azotea".
    Un abrazo.
    P.D.: por más historias de Raúl, visiten http://www.raulogar.blogspot.com.ar/ . Recomendable.

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    1. Sos un tipo muy generoso, Juan.
      Gracias por invitarme y por la publicidad ;)
      Un abrazo enorme.

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  3. ¿Qué puedo decir? ¡Muy bueno! Y como nos tiene acostumbrados Raúl, con detalles mórbidos, un relato oscuro y lleno de fuerza. Genial que hayas subido Raúl...

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    1. Si subí es porque me invitaron, así que, genial es haber estado acá «arriba» por un rato.
      Gracias, Sebas.
      Saludos.

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  4. No se por qué mientras leía recordé todo el tiempo a Jenifer en esa película de Argento, seguramente le puse ese rostro no solo por el horror que inspiraba sino también por el erotismo que despertaba llevando a un grado de locura y enfermedad al que caía en sus brazos. Bueno en este caso la muertita no tiene la culpa pero .... :)
    Excelente Raúl !! Un aplauso!!!

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    1. Tengo pendiente ese capítulo de «Masters of Horror».
      Gracias por el aplauso, Bibi.
      Saludos.

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  5. Me mantuvo conectado hasta el final. Solo me pregunto si quizá sea menor decir "ropa" en ves de "ropas". Pues la palabra "ropa" denota todo el genero de prendas que usamos para cubrirnos. así pues la "S" "ropas" es redundancia y le quita fuerza a lo que quieres expresar. Me parece que el tema esta bien tratado y las pistas que se ofrecen sobre la condición del cadáver son precisas.
    Saludos.
    Sergio D.

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. Gracias, Sergio.
      Estoy de acuerdo con vos con respecto a «ropa» en singular, como argentino suena mil veces mejor. Pero en esta caso no es incorrecto el plural, ya que suele usarse mucho en el lenguaje literario. Obviamente, al conversar uso el singular.
      Te dejo un texto que encontré al investigar al respecto:

      De Miguel León Portilla (Visión de los Vencidos).

      «A todos los representantes, a todos los sustitutos de los dioses otra vez los adornaron, les pusieron sus ropas y sus plumajes de quetzal. Les pusieron sus collares, les pusieron sus máscaras de turquesas y les resistieron sus ropas divinas: ropa de pluma de quetzal, ropa de pluma de papagayo amarillo, ropa de pluma de águila. Todas estas ropas que se requieren, las guardaban los grandes príncipes»

      Saludos.

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  6. ja! buenísimo raúl!!! final oscuro e inesperado. bien!!!!!!
    salutes!!!!!!!1

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  7. Muy buen relato, morboso a full jajaja

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  8. Buen relato. Con todo, lo que me parece más inquietante, es la familiaridad con que el compañero le advierte que tenga precaución. Das a entender una especie de costumbre o tradición arraigada entre el personal de la morgue...

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    1. Son una «perversitos» en esa morgue, Zavala, ;)
      Gracias por leer.
      Saludos.

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  9. Debo confesarlo: advertí el final desde el comienzo (influyó la imágen)
    Pero más allá de eso, lo bueno es que vas al grano, un suceso tras otro, sin tanto rodeo y florecillas, y eso dota al cuento de una buena fluidez. Como se dice popularmente: "al pan pan, y al vino vino". No es demasiado fuerte y agresivo, pero tampoco demasiado suave. Encontraste el equilibrio, es directo, y bastante perverso.
    Saludos Raúl.

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  10. Me volví loco buscando una imagen que fuera justa para el relato y que no develara demasiado. Dejé esta sin quedar conforme (cosa que le comenté a Juan cuando se lo envié), justamente por eso que comentás: delata el final. Pero bueno...
    Y ese es mi lema a la hora de escribir: «al pan pan, y al vino vino».
    Gracias por leer y comentar, Mauricio.
    Saludos.

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  11. Lo sabía jajajaja, Jefe tenias que meter tu toque macabro hasta en lo erótico y me alegra mucho haberlo leído. Como bien dijo Mauro la imagen delata el final, pero no le resta merito. Como siempre muy bien escrito y la narrativa es atrapante.

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    1. Pepe querido, no puedo evitarlo, ja, ja, ja.
      Gracias por tu comentario.
      Saludos.
      PD: maldita foto :@

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  12. ups! Este relato me recuerda un refrán referido a las urgencias sexuales. "En guerra cualquier agujero es trinchera"...

    Un escrito donde el morbo y el erotismo están en perfecto equilibrio.

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  13. Quería y no quería llegar al final jajaja
    A mí la imagen me tiñó toda la escena de azul, recalcando ese frío sin revelar mucho más.

    Señor Simpson, usted es siniestro.

    Gran relato, Raúl.
    ¡Un abrazo!

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