miércoles, 6 de marzo de 2013

Puzzle




Por Mauricio Vargas Herrera.

Homenaje a Augusto Monterroso.

Ahora estaban unidas todas sus piezas. Después de tantos años de ausencia, la tenía recostada a mi lado nuevamente. Besé su frente blanca y reluciente y me dormí, exhausto, entre sus brazos delgados. Cerré mis ojos. Sus cuencas permanecieron abiertas y vacías.

7 comentarios:

  1. Bravo. Siempre resulta simpática la imagen de la flaca.
    Deberían inventar una unidad robot que nos mantenga los esqueletos dando pasos de baile. Para así tener mejor aceptación de la muerte. ¿ Y quien sabe si resulte como capacitación de baile para una reencarnación.
    Es tanto lo que ignoramos.
    Puedes googlear a José Guadalupe Posada y ver sus maravillosos esqueletos festivos.

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  2. "Lo bueno cuando breve, dos veces bueno", dice el refrán. Y este texto cumple con la premisa al darnos en tan pocas palabras una imagen que lleva a mil reflexiones. Un abrazo

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  3. Genial!! Un gran homenaje a Monterroso y un excelente micro para disfrutar!!
    Besosssss

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  4. La conjunción entre el título, el texto en su totalidad y especialmente la conclusión, dejan un espacio abierto (como bien señaló José) para que tus lectores imaginemos todas las posibilidades que el texto ofrece. En lo particular, es lo macabro y las cuestiones teñidas de sangre lo primero que se me vino a la mente (¿estaré bien de allí arriba? je...).
    Me encantó, Mauricio, genial micro y mejor homenaje.
    ¡Saludos!

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  5. ¡Cómo me gustaría escribir así! Los microrelatos por lo general no me salen, je. Un gran escrito, Mauricio, con pequeñas pistas al principio y el final revelador, con potencia y a la vez con sencillez. ¡Buenísimo! ¡Saludos!

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  6. Completo, excelentemente bien escrito y volví porque me encanto!!

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  7. Gracias por los comentarios.
    Elegí a Monterroso porque es uno de los mayores exponentes del microcuento en Latinoamérica. ¿Quién no recuerda "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí"? Las posibilidades que ofrece a la imaginación ese cuentico son muchísimas. Me gustan muchos de sus otros cuentos súper cortos, y quise medirme a escribir uno de nuevo. Es un reto interesante. Chévere que "La azotea" abra el espacio para estos "bocadillos literarios", que siempre resultan entretenidos de leer.
    Monterroso tenía el honor de ser el autor del microcuento más corto en español, hasta que llegó un tal Luis Felipe Lomelí y le arrebató el título. Ahora, el nuevo microcuento más corto de todos es este:

    EL EMIGRANTE

    -¿Olvida usted algo?
    -Ojalá.

    No sé ustedes, pero me parece una basura. Sigo creyendo que el de Monterroso es una pieza única que todavía no es superada. El del dinodaurio permite imaginar muchas cosas, pero es suficientemente claro. Este de Lomelí no es más que una adivinanza artificiosa, y un microcuento no es una adivinanza.

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