Por Claudia Medina Castro.
Augusto Guerrero estaba cansado.
Veía cómo sus sueños se hacían humo descaradamente en su cara. Humo gris verdoso, como el
que sube del mar anunciando un naufragio.
Sueños de
algodón…
Envuelto constantemente en días complicados, se sentía invisible para los
demás. La nube de su taquipsiquia era impúdicamente pesada. (No podía entender
cómo semejante mole pasaba desapercibida.)
¿Cuánto tiempo
más llevará?
Pasaba las horas simulando creer en algo (difícil
faena...). Lo cual le resultaba como si mil niños lo acosaran con sus chillidos.
Como si mil hembras le mintieran al unísono. Como si mil teles estuvieran
encendidas en el canal más verborrágico. Demasiada interferencia.
Y no soportaba sus oídos abiertos, su permeabilidad.
¿Qué significa el
silencio?
Con gran cuidado tomó los tapones anteriores y los
actuales, los despojó de toda pelusa molesta y los sumergió en alcohol.
Me quiero morir
mil veces, y una más.
La realidad no era mala. Solo la entendía poco. (Tapones
limpios en sus oídos blancos.)
¿Qué significan esas
voces?
Y las voces. Esas, que sonaban todo el tiempo y le
bloqueaban la respiración hasta acudir una vez más al inhalador de emergencia.
Esas, que rebotaban en su cabeza como una bata a lo Rush, pero sin aquella
adrenalina.
¿Será la
medicación?
Ya no esperaba esos ojos sonrientes que lo aceptaron sin
preguntar. Menos, aquel gesto adelantando la caricia.
Y ese dolor constante que insistía, invadía… Y sin el más mínimo
pudor se imponía; y lo podía…
¿Qué se me clava
en los hombros?
Algo lo mantenía adusto, crispado, incómodo; defendiéndose
del aire que los tocaba. No lograba acomodarse en su gabán recién puesto. Aun
así, salió a subir.
Escalones
aliviadores… ¿cuántos son?
Los trepaba con ardor, con la piel hecha pedazos y los
ojos de papel…
¿Cuándo llegaré?
La música giraba en su garganta. Estrofas de otra vida, de
otros sueños. Preguntas amontonadas y respuestas sin sentido… (Todo
amotinamiento pareciera estar bajo control…)
Llegando a la puerta salvadora, la somnolencia tan ansiada
empieza a crecer.
¿Empieza a
crecer?
Ya no importa dónde van los manojos de deseos truncos.
Apuntan hacia el cielo gris, ciego y sordo de neutralidad.
¿Qué música es
esa?
Su alma reconoce los tonos de su estirpe. Y sus alas se
rehacen.
¿Qué clase de
vuelo es este?
Es el vuelo que vibra en sus ansias, repletas de amor.
¿Adónde debo ir?
Desde aquí, bien derecho a la eternidad.
…
C. M. C.
11.12.12
(…con secuelas de letras y músicas incrustadas en
las células…)
- FIN -
Claudia Medina Castro ha dispuesto
que Juan Esteban Bassagaisteguy, para su cuento corto a publicarse el miércoles
19/12, utilice las siguientes palabras: 1) descontrol; 2) derrota; 3) dibujo; y 4) donaire.
Me ha gustado mucho el cuento Claudia. Tal vez ya no tuviera otra alternativa porque hubiera gastado las opciones. Así, además de la eternidad tendrá silencio y reposo. Parecía exhausto.
ResponderEliminarUn beso.
tal cual zavala. al menos eso cree él... la música lo salvó hasta ese momento.
Eliminaren lo personal creo que "este infierno es encantador" comparado con lo que sigue a un suicidio... hay que estar muy muy mal...
me alegra que te haya gustado!!!!
Siempre con ese estilo tan particular Claudia. Me encanta la facilidad con la que nos transportás con tus letras. Te felicito, me gustó mucho tu relato. :)
ResponderEliminargracias P.O.L.P... un placer tus palabras!!!
Eliminargracias again y salutes!!!
Y sí, nunca más bien definido este sueño de música y letra, como dice el comentario anterior " Nos transportás..." Y eso es maravilloso!!!
ResponderEliminarBesossss
qué bueno bibi!!! me pone contenta!!!
EliminarGRACIAS!!!
Brillante, Claudia.
ResponderEliminarLos estados de ánimo del protagonista, descriptos a tu manera, tan especial, tan imaginativa: mezcla de lo onírico con lo surrealista, y dotado de una profunda realidad drámatica en todo su espectro.
La música es esencial en el texto, y el final construido magistralmente.
Me encantó.
¡Saludos!
guau!!!! juan... tus palabras, como creo que dijo lau en algún momento, describen perfecto cosas que desconozco de mis escritos!!!
ResponderEliminarsos un capo.
gracias mil!!!
No sé si definirlo como cuento, sueño o partitura. Solo sé que transmite las emociones, ilusiones y sensaciones que a veces nos han tocado. Tal vez por estar agotados, o desahuciados. Tal vez por no querer luchar.
ResponderEliminarEl escrito aunque no estuviera firmado sabría que es tuyo. Muy CMC. :)
Me pasa como a Jose, siempre hubiera sabido que es tuyo.
ResponderEliminarhermoso.